Debido a su naturaleza amable y afable, Yuji cree que la gente es intrínsecamente buena, y duda en matar incluso a los seres humanos poseídos. Esta ingenuidad pone en peligro no solo su propia vida, sino también la de sus amigos y colegas Chamán de Jujutsu.
Durante su lucha contra Junpei, Yuji deja que su amigo lo ataque y se niega a matar a Junpei porque cree poder razonar con él, sin darse cuenta de que Junpei estaba demasiado firmemente prisionero de Mahito como para poder simplemente marcharse. Además, durante su lucha con Esou, expresa remordimiento por haber matado a una persona y tiene dificultades para comprender que la humanidad de Esou ha sido irremediablemente corrupta.