Si Luffy no hubiera sido sorprendido por el abandono de la tarjeta de vida de Ace, la muerte de este último podría haber ocurrido en otro momento de la historia. Por consiguiente, Luffy y Ace se habrían visto obligados a luchar al mismo tiempo contra el almirante Akainu.
Al no haber tenido nunca ocasión de luchar legítimamente juntos, la batalla que habría resultado habría podido ser a la vez brillante y significativa. En cambio, el público tuvo un momento de abnegación, un momento que cambió la trayectoria de Luffy y le mostró lo débil que era frente a la élite.